viernes, 26 de noviembre de 2010

ALBA CABELLO RODILLA



Es difícil calcular el número de horas que Alba Cabello se ha pasado en el agua. Pero esta madrileña, nacida el 30 de abril de 1986, ha permanecido sumergida en una piscina un tercio de su vida. A los dos años sus padres, Carlos y Marisol, árbitros de waterpolo y natación, llevan a su pequeña a la piscina del Mundial-86. Y ahí comienza la vida deportiva de Alba. Era natación de mantenimiento y la niña disfrutaba en el agua, hasta que un día, cuando tenía seis años, Esperanza Pintado, la responsable de la escuela de sincronizada, la invito a unirse a su grupo.
Alba no lo duda, el encanta estar bajo el agua, aunque le molesta la pinza en la nariz “me resultaba raro porque parecía tenia una nariz de payaso”. Comienzan las sesiones de entrenamiento y se hace inseparable de Virginia Villalba, Laura Maldonado y Elena Araque, que se convertiría en su compañera de “dúo” en el Club Sincro Retiro. Fueron años dificiles para Alba, era delgaducha y cuando le colocaban lastre en los pies se iba al fondo de la piscina “De pequeña era muy mala, siempre acababa ultima en las competiciones.” Pero lo que le sobraba a esta madrileña era teson y fue adquiriendo experiencia. Ya con diez años había participado en su primer campeonato de España alevín en Aluche. Su evolución era constante y los títulos comienzan a llegar. En 2002, compitiendo en el campeonato de España juvenil, es seleccionada para participar en la Copa Comen, en Croacia, su primera competición internacional. Ese mismo año gana la medalla de plata en la prueba por equipos del campeonato de Europa junior y el bronce en combo del Mundial Junior. Alba Cabello ha llegado a la selección y ya no abandonaría este “estatus”. Los siguientes años son duros, con entrenamientos cada vez más intensos, alternando las competiciones de su club con la selección junior, donde ya era una fija. Fueron temporadas agotadoras donde las competiciones se sucedían una tras otra y donde Alba no dejaba de subir al podio. Pero Alba sufriría un duro golpe: la muerte de su madre. Marisol había sido su máximo apoyo y su primera fan, ella le diseñaba y le cosía los bañadores, una tarea que heredaría Alba desde entonces. Aunque también se producían situaciones divertidas como la que ocurrió en el europeo junior de 2004 en Polonia “llevábamos música de Piratas del Caribe y en el bañador llevábamos una calavera. No nos dejaron nadar con él porque decían era símbolo de muerte”. Ese mismo año se celebraban los Juegos de Atenas, que Alba siguió por televisión y donde España estuvo muy cerca de lograr medalla. Habría Que esperar cuatro años con Alba ya en el equipo absoluto. absoluto. Es a su madre a quien dedico su mejor actuación: el solo en el europeo y el Mundial junior de 2005, “lo monte junto a mi entrenadora Carmen Díaz, con música de Narada. Puse tanto sentimiento, tan ilusión….” El mismo sentimiento e ilusión que ha ido aplicando a toda su carrera deportiva desde entonces.
Alba Cabello ha pasado de admirar las piruetas a ejecutarlas en la selección.
Al año siguiente compite por primera vez con la selección sénior en el campeonato de Europa de Budapest, donde logra la medalla de plata en equipos técnico y libre y en combo, ni que decir tiene que por detrás en las tres disciplinas del conjunto de Rusia. Y poco después en la Copa del mundo vuelve a añadir tres nuevas medallas a su ya nutrida colección. En su primer mundial absoluto, en Melbourne 2007, a punto esta de volver a colgarse el pleno de medallas, pero después de la plata en libre y el bronce en técnico, un pequeño tropiezo les relega al cuarto puesto en combo. Estos éxitos en grandes competiciones estas salpicados por numerosos primeros lugares en la competición nacional, producto de las largas horas de entrenamiento. Alba ha pasado de las tres a seis horas en la piscina que realizada con su equipo en Madrid, a las 8/10 que entrena con le selección. “pasamos muchas horas en la piscina, hacemos técnica, entrenamos con tobilleras con pesas, cinturones con lastre, nadamos… pero también hacemos gimnasia, danza, acrosport” Pero lo más duro quizá sea las rutinas, tanto por el esfuerzo físico como por la apnea, esfuerzo de pierna y brazo. Todos estos sacrificios tiene un claro objetivo: Pekín. Solo ocho equipos tienen derecho a participar en los Juegos: Estados Unidos, Rusia, China, Egipto y Australia lo hacen en su condición de campeones continentales. Las otras tres plazas salen de un exigente torneo preolímpico donde España obtiene el primer lugar por delante de Canadá y Japón que también estarán en la competición olímpica. En ella no se separan las rutinas técnica y libre y se establece una única prueba donde se suman las dos puntuaciones. El equipo español tiene la mala suerte de competir el
primero en la rutina técnica, cuando las jueces se muestran más conservadoras. A pesar de ello el conjunto nada muy bien, con muchas ganas y clava las técnicas con son obligatorias. Su puntuación de 48,917 solo es superada por los 49,500 de Rusia. Mientras China, en su condicion de organizadora, ha contado con el beneplácito de las jueces y se ha clasificado tercera con 48,584. Entre estas tres naciones estará la lucha por las medallas porque Canadá, cuarta, está ya a más de punto y medio de las españolas.
La medalla está más cerca.
Al día siguiente, para la jornada de rutina libre, España repite la coreografía “África” que le dio la medalla de plata en el Mundial de 2007 y el oro de este mismo año en el europeo. Un europeo donde Rusia declino de participar para no dar a conocer sus ejercicios. “hemos mejorado la coreografía, y hemos añadido más dificultad con otra acrobacia”.
Una acrobacia que realiza Alba al finalizar el ejercicio. La madrileña también efectúa la primera pirueta. En total son seis las acrobacias repartidas entre los cuatro minutos y 21 segundos que dura el ejercicio, y que le convierte en el más largo de los ocho participantes. En la primera de las acrobacias Alba realiza un salto arqueado y termina la rutina con una pirueta con giro ayudada por Thais Henríquez, y es que con su 1,63 y sus 47 kilos de peso, la madrileña se ha convertido en la acróbata del conjunto. Los saltos que ella veía practicar y que tanto la entusiasmaban son ahora su tarea. Diferentes animales, desde el pájaro a la pantera son protagonistas en medio de la selva. Todo ello ambientado con la música de Salvador Niebla. “si nos hubieran dejado usar el bañador de luces, hubiera sido una pasada “Y es que estaba previsto que las españolas utilizaran lebs luminosos que asombraron en el pasado Mundial.
Las notas han salido y España es subcampeona olímpica.
En su lugar visten un vistoso maillot rojo y un casquete con trenzas de colores. Alba borda sus piruetas y España realiza un ejercicio perfecto,
dinámico y entretenido que consigue una excelente puntuación total de 98,251, con seis notas de 9,9 y cuatro de 9,8. Al acabar todos saben que la medalla era suya, la de plata porque las rusas están inalcanzables y arrancan la máxima nota de ocho de las diez jueces. La diferencia se ha reducido pero todavía hay un largo tramo por recorrer. Después de la injusticia de Atenas ha llegado la recompensa para este equipo. Risas, lloros y mucha alegría preceden a la entrega de medallas. Alba recuerda que cuando recogió la medalla aun le temblaban las piernas por el esfuerzo “lo primero que pensé fue en mis padres, en mi hermana, mi novio. Se me saltaban las lagrimas, igual que a todas”
Con la medalla llega la fama y los reconocimientos. Freixenet escoge al equipo para realizar su tradicional anuncio de Navidad, “las burbujas
Freixenet”, dan a conocer la natación sincronizada y es curioso comprobar que personas que ni sabían de la existencia de este deporte, se enteran por un anuncio de cava, que se repetiría al año siguiente.
El 2009 podía haber sido un año de transición y descanso, pero esta es una palabra que no conocen las chicas de la “sincro”. Este año toca mundial y hay que preparar nuevos ejercicios “Estábamos muy motivadas por las medallas, pero teníamos mucho trabajo por hacer. Llevamos un equito técnico nuevo, y solo pensar en ello….” Alba se muestra como siempre exigente “Hasta ahora lo hemos hecho muy bien, pero siempre se puede mejorar”. A Roma va un equipo renovado; Paola Tirado y Laura López, dos de las veteranas medallistas en Pekín, han abandonado la competición y el equipo de “combo” es prácticamente nuevo. Pero los cambios no afectan a la perfección del conjunto que vuelve a ganar la medalla de plata en la competición por equipos y por primera vez en un campeonato del mundo absoluto, pisa la plataforma más alta del podio al ganar la modalidad de combo. En 2010 toca europeos y Alba vuelve a ser parte fundamental del equipo que vuelve a repetir la medalla de plata. Rusia está cada vez más cerca, pero sigue siendo intratable. Hay muchas caras nuevas y por primera vez en muchos años, Gema Mengual no está.
Alba es ahora una de las veteranas, no han pasado ni cinco años en que debutara en el equipo absoluto y la madrileña ya luce galones, y en Budapest ratifican, que a pesar de los cambios, la rutina del equipo es perfecta.
En el horizonte están: el Preolímpico de Londres y los Juegos donde Alba Cabello será uno de los puntales que buscaran reeditar, si no mejorar, las medallas de Pekín.

sábado, 17 de abril de 2010

martes, 16 de febrero de 2010

YOLANDA SOLER, UNA PEQUEÑA GRAN MUJER



La localidad madrileña de Móstoles, patria chica de otros ilustres olímpicos con el portero Iker Casillas o el gimnasta Rafael Martínez, vio nacer a Yolanda Soler el 9 de enero de 1971. Su padre era una gran aficionado al judo y a los seis años llevo a su chiquilla al Gimnasio Lee. Yolanda empezó a practicar el judo, pero con su carácter inquieto no dejo de apuntarse también al fútbol, gimnasia deportiva, atletismo, balonmano…. Donde había una competición deportiva allí estaba la menuda mostoleña. A los trece años su padre y su entrenador Lee coincidieron: “aprendiz de todo oficial de nada”. Tenía cualidades para el deporte pero debería escoger una modalidad. Soler no lo dudo un momento: Quería ser yudoca, una gran elección como veremos.

A los quince años se proclama campeona de España Junior y repetirá título en 1987, 88 y 89. Yolanda no tenía rival en España en su categoría. Al año siguiente pasa ya a sénior pero ello no es obstáculo para que Soler Grajera vuelva a lograr el titulo nacional. En 1991 comienzan a llegar los triunfos internacionales: gana el campeonato
Internacional de Múnich (su primera victoria en las pruebas de la Copa del Mundo), naturalmente vuelve a imponerse en el Nacional, un torneo que ya prácticamente era suyo, y obtiene su primera medalla europea, al quedar tercera en Praga.
Entones llega la primera tentación desde Alicante, Sergio Cardel, el que era entrenador de la luego campeona olímpica, Miriam Blasco, se fija en esta joven de apenas 1,50 de estatura y 48 kilos de pesos, pero pura fibra, que no deja de atacar constantemente sobre el tatami. Cardel le habla de un sistema de entrenamiento más personalizado y con más argumentos científicos pero que tenia que irme a Alicante junto a Miriam. A Yolanda lo del entrenamiento la fascinaba pero lo de irse de Móstoles era ya otro cantar, “Yo en Madrid lo tenia todo, en primer lugar mi familia a al que adoro y al que me apoyo incondicionalmente a que mis sueños se hicieran realidad, mis amigos, mi novio, mi club, todo me funcionaba, solo tenia la espinita de un sueño más ambicioso.” La semilla quedo allí. El 1992 era un año mágico, España organizaba su primera
Olimpiada y todos los deportistas españoles aspiraban a participar en ella. Yolanda continúa su carrera triunfal en el Nacional (siete años consecutivos siendo al mejor, como junior o como absoluta). En el europeo de Paris, escala un peldaño y gana la plata derrotada solo por …. Y con 21 años disputa sus primeros Juegos Olímpicos. Miriam Blasco y Almudena Muñoz habían abierto el camino , logrando las dos primeras medallas del deporte olímpico femenino, y Yolanda estuvo muy cerca de secundarlas. Comenzó el torneo derrotando a la coreana Hee-Joon y poco después a la polaca Roszkowska, una rival con la coincidiría muchas veces a los largo de su carrera deportiva. En tercera ronda se encuentra con una rival de cuidado , la británica Briggs, dos veces campeona del mundo y tres de Europa, y con una gran experiencia a los 29 años. A los 20 segundos del combate Briggs ya se había anotado una ventaja técnica ( koka) luego le siguió un yuko y a continuación logra un “ippon” por inmovilización que corta la carrera de Soler. Quedaba la repesca en busca de un bronce. Exenta en la primera ronda se enfrenta a continuación a la canadiense Lastrade , en un asalto muy técnico donde ninguna de las yudocas logra ninguna ventaja. Serian los jueces quienes decidieron el pase de la madrileña a la siguiente ronda. La trayectoria olímpica en Barcelona finaliza en el siguiente combate con la cubana Savón, otra veterana , derrota a la joven española por inmovilización a los 40 segundos de iniciarse la pelea. Yolanda logra la séptima plaza , un diploma olímpico, y un buen bagaje de experiencia.

Cuando finalizan los Juegos ocurren muchas cosas en la vida de Yolanda, primero tiene que operarse del hombro, su gran talón de Aquiles, y luego decide trasladarse a Alicante. Sergio Cardel, el entrenador de Miriam Blasco y quien había metido el gusanillo a Yolanda, había muerto poco antes de los Juegos, pero la propia Miriam y Josean Arruza, su actual entrenador, la convencen. Como ella mismo reconoce fue algo crucial en su vida “Ha sido una de las decisiones más acertadas de mi vida, allí descubrí que pasase lo que pasase al final de mi carrera, el camino habría merecido la pena”. Aún así el 93 no fue un buen año para Yolanda, la recuperación de su operación freno su carrera, por primera vez en ocho años no gana el título nacional, y su mejor actuación fue el quinto puesto en el Mundial de Hamilton, donde la italiana Tortora, una rival inferior a la madrileña, la apea del podio. Los mundiales serian la asignatura pendiente de Soler.
En 1994 vuelven los triunfos: se cuelga el bronce en el campeonato del Mundo Universitario, Yolanda había empezado a estudiar el INEF de Madrid, aunque el traslado a Alicante , donde no había esta carrera, la obligo a pasarse a Psicología por la Universidad a distancia. Recupera el título nacional , gana el Torneo Internacional de Polonia y queda tercera en el Villa de Paris ( el Roland Garros del judo) y por fin obtiene el oro en el campeonato de Europa en Gdansk (Polonia) derrotando en la final a la francesa Melaux. En él años preolímpico Yolanda sigue fiel a su trayectoria y gana el título nacional, repite el oro en el campeonato Internacional de Polonia y el bronce en el Villa de Paris y gana su segundo europeo, esta vez en Birmingham y de nuevo con la francesa Melaux como rival en la final. Al termino de su victoria en tierras inglesas apunta su objetivo prioritario “Mi meta, apunta sin vacilar, es estar en el podio de los Juegos olímpicos de Atlanta. Desde que concluyo Barcelona-92, todo lo que estoy haciendo va encaminado a los próximos Juegos. Se van preparando los campeonatos del mundo, los europeos, pero todo enfocado a los Juegos Olímpicos”. Toda una buena premonición.

Y llega el año esperado Soler se prepara a conciencia, aunque tenga parones en su entrenamiento. Para no perder la costumbre ganó el título nacional, y ya son diez entre categorías inferiores y absolutas, desgraciadamente también será el último. En el Villa de París sube un escalón y logra la medalla de palta y añade un nuevo europeo a su palmarés al ganar la final en La Haya a la alemana Pelberg.

Pero sus hombros siguen dándole molestias. La madrileña recuerda el día antes de partir para Atlanta “estábamos Miriam y yo en el hospital reduciéndome el hombro izquierdo, todo el mundo decía, pero esta chica como va a ir a Atlanta. Así es imposible, pero me trataban de animar y me pedían autógrafos. Al día siguiente en el aeropuerto ,al empujar el carrito con las maletas me dolía tanto el hombro que casi no podía ni moverlo. Al llegar a casa mi padre le dijo a mi madre “olvídate con el hombro así es imposible que haga nada” pero ya veis si pude.” Yolanda ha tenido siempre adoración por su familia, pocas veces se habrá alegrado tanto de llevarle la contraria a su padre. En Atlanta el judo es de los primeros deportes en entrar en liza y las alegrías para los españoles llegan pronto. Ernesto Pérez logra la plata el primer día de competición, cuatro días después Isabel Fernández logra el bronce. Yolanda compite el día 26 de julio, el último de las pruebas de judo, su estado físico no es propicio al optimismo pero la madrileña es una luchadora y lo va a demostrar. Comienza el torneo ante la canadiense Lepage que apenas le dura dos minutos a Soler. Yolanda anota dos “kokas” antes de logra el “ippon” definitivo. El comienzo no ha podido ser más espectacular.

En segunda ronda espera la británica Heron que sufre igual suerte que la canadiense. Un “koka” y dos “yukos” dan paso al “ippon” en un combate que Soler ha dominado de principio a fin. El hombro sigue dando molestias pero todavía queda un combate para terminar la jornada matinal, en él se enfrenta a una vieja conocida, la polaca Roszkowska, y Yolanda vuelve a dar una nueva exhibición. Un “koka”, dos “yukos” y un “wazari” colocan a la madrileña en al final de su cuadro. La mañana ha sido impresionante y ninguna de sus rivales ha sido capaz de apuntarse un punto ante la rapidez de Soler.
Quizá esa superioridad exhibida fue la que la hizo confiarse en el siguiente combate. Enfrente tenía a la norcoreana Sun Kye, una total desconocida. Algún técnico aventuraba “la norcoreana le va perfecto. Es zurda y va a piñón fijo”. Efectivamente la asiática iba a piñón fijo, a victoria por combate, y su choque ante Yolanda no fue distinto. A pesar de los gritos de Miriam Blasco que la pedían desde la grada, que se moviese, que no la dominase, Kye a poco de comenzar, una zancadilla, un agarrón y la espalda del Soler al suelo. “Ippon”: “Me cazo. Eso es a lo que tenemos todos un poco de miedo en el judo. Me levanto ahí y parecía una grúa. No he podido hacer nada más” comentaba Yolanda ,al termino del asalto, que esperaba en esta ronda a la china Liu y se encontró con la gran sorpresa de Kye que luego volvería a dar otra al ganar la final a la gran favorita, la japonesa Tamura.
Pero había que sobreponerse porque quedaba todavía la opción del bronce. Y en diez minutos ya era la Yolanda Soler eléctrica de siempre. El último obstáculo para subir al podio era la argelina Souakri. La madrileña no se precipito, marco un “yuko” y luego controlo el combate siguiendo los consejos de Blasco que se desgañitaba desde la grada “dinámica, dinámica, ten cuidado, tira, arrastra”. Afortunadamente el combate finaliza sin más contratiempos y Yolanda Soler se hace con el bronce. De la decepción se pasa a la alegría, cuando sonó la bocina que ponía fin al torneo salto, rio y gesticulo en dirección a la grada donde estaba su entrenadora, luego lo primero que hizo es llamar a sus padres: “¿habéis sufrido mucho?” Pregunto y añadió, luego os llamo que ahora voy a recoger al medalla. Luego recibió la felicitación de la Infanta Cristina que había acudido a ver la tercera medalla que lograba el judo español en Atlanta. Una vez con la medalla la cuello llegaría la hora de las reflexiones “después del combate con la norcoreana, sentía rabia, mucha rabia. Tantos años entrenando, tantos esfuerzos y se me había escapado la final. Pero luego pensé en lo que había hecho por estar aquí y salí con todas mis ganas ante la argelina”.
Preguntada por su hombro añadía “ahora está bien, no me acuerdo de nada, pero cuando regrese a España tendré que operarme”. También es la hora de las dedicatorias. “a mi familia que siempre me ha apoyado y a mis entrenadores, Miriam y Josean”.
Efectivamente Yolanda se opero al regreso de los Juegos, Sídney era su objetivo para lograr el oro que se le escapo en Atlanta, pero las cosas no rodarían como quería esta menuda rubia mostoleña. La recuperación no fue todo lo satisfactoria que hubiera deseado y paso el 97 prácticamente en blanco, y como en el 93 no añadió ninguno titulo a sus ya repletas vitrinas. Al año siguiente empezó a ver de nuevo la luz y gana el bronce en el europeo de Oviedo, es su sexta medalla continental. Pero su mejor “ippon” y uno de los mejores de su vida lo anota. cuando se casa con José Tomas Toro, también judoca y olímpico como Yolanda en Atlanta. Del matrimonio nacerán un chico y una chica, que con los genes que tienen, poco nos extrañaría que pronto los viésemos ganado sobre el tatami.
El 1998 lo complemente Yolanda ganando el bronce en el europeo por Equipos. El año siguiente será el último de Soler como yudoca en activo. En el campeonato nacional, y por primera vez en muchos años, sale derrotada. Otra madrileña, Vanesa Arenas, toma el relevo. El hombro no deja en paz a Yolanda, y llega el terrible momento de tomar la decisión de retirarse “fue una decisión muy dura porque me hubiera gustado retirarme después del Sídney pero no pudo ser. Yo no entendía que si había sido capaz de realizar toda mi carrera con el hombro mal porque ya no. Pero tenía tantas cosas dentro del hombro que ya era imposible”.
Fue una retirada de la competición pero no del judo. Junto a su marido monta un gimnasio en Villajoyosa y comienza su labor pedagógica que continua hasta la actualidad. En el 2003 la familia Toro-Soler se traslada a Pamplona donde Yolanda es la entrenadora del centro de Tecnificación de Larrabide y compagina este puesto con el de seleccionadora nacional femenina sub-23. Finalmente en 2009 es nombrada seleccionadora femenina absoluta . Confiemos que en Londres-2012 podamos ver a esta menuda madrileña sufriendo y disfrutando como lo hizo Miriam Blasco con ella en el 96.
La historia de Yolanda Soler es la de una verdadera apasionado de su deporte , cuando contacte con ella , rápidamente me ayudo en todo los datos que necesitaba, y me envió también una dedicatoria que no me resisto a transcribir íntegramente. En ella se refleja lo buena persona y la gran deportista que es Yolanda Soler.
“ Los años vividos en Alicante no los cambio por nada, pero soy Madrileña de corazón y doy las gracias a todos los que me han ayudado a estar donde estoy y a ser lo que soy. Gracias a Lee porque me enseño hacer y amar el judo, gracias al Budokan que me ayudo en los momentos difíciles, gracias al Han-ku y sobre todo a la familia Cabas, ellos fueron muy especiales para mí. Gracias a mi amiga Chus, que entreno conmigo todas las mañanas. Miriam Blasco y Josean Arruza me llevaron a lo más lato del Judo, me enseñaron a competir y también gracias a ellos hoy puedo ser una profesional del Judo. Además son grandes amigos. No me puedo olvidar de las chicas de la Albufera, ellas saben quiénes son. Alicante era mucho mejor con ellas. Y por ultimo en este agradecimiento tan largo, MIL GRACIAS A MI FAMILIA, ELLOS HAN SIDO Y SON LO MAS MI IMPORTANTE EN MI VIDA”
Gracias a ti Yolanda.
Extracto del libro de Chema Anes " Medallas olímpicas madrileñas"